viernes, 31 de julio de 2015

Le Mont Ventoux (1911m)

La música es quizás la manifestación artística más popular, y la que menos explicaciones necesita para ser entendida. A lo largo de la historia, se han ido sucediendo cambios o evoluciones que han terminado en la aparición de nuevos estilos, a veces no entendidos o aceptados por el público.
A orillas del Ródano, crece la hermosa ciudad de Avignon, donde se construyó la residencia de los recursos pontíficos en el siglo XIV, siendo este, el palacio gótico medieval más importante de Europa. Durante el mandato del papa Clemente IV,  nació un nuevo estilo musical que recibió el nombre de Ars Nova, consistente en el canto al unísono, y que en principio no fue aceptado por el pontífice, pues pensaba que el mensaje de la iglesia no sería bien entendido si muchas personas cantaban al mismo tiempo.
Acabó, este estilo, convertido en una revolución musical, de ahí que nos atrevamos a decir que Aviñón es cuna del Rocanroll, pues del canto Gregoriano al Heavy Metal, sólo hay un paso.
Desde el puente inacabado de Saint-Bènezet, junto al Palacio de los Papas, comenzado a construirse en el siglo XIII, es visible la silueta inconfundible del mítico Mont Ventoux, gran atalaya de la Provenza y “meca” de todo aficionado de la sana distracción del pedaleo. Fue en la ascensión a esta montaña donde falleció Tom Simpson, un fatídico 13 de julio de 1967, convirtiendo en, si cabe, más mítica aún esta subida del Tour de France.
El coche lo podemos dejar en el aparcamiento del Chalet Reynard, aunque si se desea, la ruta se puede empezar más abajo, incluso en Bédoin. Dejando el chalet a nuestra izquierda, vemos una especie de camino, que en invierno se convierte en pista de esquí. No tiene pérdida, sólo hay que seguir los hitos, y poco a poco alcanzaremos la arista. Es una montaña que siendo lo más frondoso que hemos visto en la Provenza, en su parte alta desprovista de vegetación, se convierte en una ascensión dura, por culpa de las rachas de viento que a veces azotan sus laderas, que han llegado a registrar 320km/h con Mistral.
El primer personaje que subió esta montaña fue Petrarca, en 1336, para disfrutar de sus vistas. Desde Bédoin, un ciclista normal, pero bien entrenado, puede hacer la subida en 2 o 3 horas, pero Ibán Mayo, en 2004, pulverizó todas las marcas con 55 minutos de ascensión, para 1600m de desnivel, lo que es toda una proeza… no intente hacer esto en su casa… parafraseando el título de uno de los mejores álbumes de Soziedad Alkoholika, y mucho menos, lo que en 2006 hizo Jean-Pascal Roux, que subió once veces seguidas, desde Bédoin, con más de 17000m de desnivel acumulado. Seguramente, pocas personas en el mundo estén capacitadas para llevar a cabo semejante empresa.
Pasamos el Coll des Tempètes, de 1841m, y ya casi tocamos la estación meteorológica, visible desde toda la Provenza.
La bajada la realizamos por carretera, para ver el monumento que le tienen dedicado a Tom Simpson, víctima de las anfetaminas y el alcohol, que le provocaron la muerte en unos años en los que no se sabía a ciencia cierta, que consecuencias podría traer el dopaje. Más abajo, retomamos la arista, atrochando, hartos de ver pasar centenares de bicicletas y observar como los conductores no les tienen el más mínimo respeto. En toda Francia hemos visto como el metro y medio, se las trae al pairo.


Mont Ventoux desde Avignon

Mont Ventoux desde cualquier rincón de La Provenza.

Mont Ventoux desde Caromb



















5 comentarios:

  1. Bonita entrada y buenos recuerdos me trae esa zona. Nos vemos.

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    1. Me vuelvo a pasar por aqui, para decir que este 2016 no se sube al Mont Ventoux por el fuerte viento.... Nos vemos, ya hablaremos.

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  2. Gracias Salva, y me alegro mucho de refrescar la memoria.
    Un saludo, y espero que nos veamos antes de acabar el estío.

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  3. Buena introducción a la ruta como siempre. Y leyendo se me ha venido a la cabeza el revelador libro de Vicente Blasco Ibáñez: El papa del mar, que magistralmente nos abre los ojos sobre la cuestión del cisma y la elección y vida de Benedicto XIII o llamado también el Papa Luna. Os recomiendo fervorosamente su lectura y ojalá os hagáis adictos a Blasco Ibáñez como yo.
    Salud y Falsos Llanos. Juan José.

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    1. Muchas gracias Juan José por tus referencias, me alegra saber que te gusta Blasco Ibañez empecé a leerlo desde joven y tiene buenas obras como "Por España y contra el rey", muy buena y la famosa Caños y barros que adaptaron para la tele y Los muertos mandan todas obras maestras... también hemos visitado Illueca el pueblo donde nació el papa Luna, que por cierto allí tiene otro castillo, para no perder su poderío... la historia de los papas de Avignon la verdad que es singular..
      Saludos y a seguir disfrutando, ahora en esta época toca buenas lecturas...

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