martes, 28 de abril de 2015

Molinos de Santa Lucía

La barriada de Santa Lucía está situada en la falda de Vejer de la Frontera, en un enclave muy rico en agua, de hecho hay cinco antiguos molinos a lo largo del curso que baja desde su nacimiento, en La Muela.
El camino está muy bien marcado y no tendrá pérdida, y si vamos un día de buena temperatura, seguramente estará bastante concurrido. Si elegimos una mañana lluviosa, la tranquilidad del lugar y su frondosidad nos hará disfrutar de lo lindo.
El acueducto, de época medieval, todavía se conserva bastante bien, y por él, siguen corriendo centenares de litros de agua diarios, que mantienen la frondosidad de la vegetación y ayudan a favorecer el microclima del que gozan los habitantes de tan recóndito y agradable rincón.
Hasta el año 78, no pasaron los molinos a pertenecer a las gentes de Vejer, pues con anterioridad a esa fecha, la titularidad era de los Duques de Medina Sidonia.
Si al sonido del agua, añadimos un poco de Liquid Tension Experiment, la caminata sería muchísimo más emocionante, pero preferimos dejar el sonido de este supergrupo para cuando arribemos a nuestra casa, así no perder detalle de las notas que son capaces de extraer estos excepcionales instrumentistas.
Es un recorrido que se puede hacer perfectamente en bicicleta, aunque nosotros preferimos disfrutarlo a pie… al finalizar, además, tenemos a nuestra disposición buena oferta gastronómica en el poblado… para empaparnos aún más de su entorno.












Ibis Eremita

lunes, 20 de abril de 2015

Crónica de una ascensión / Subida al Torrecilla desde Conejeras

De vez en cuando hay que permitirse la licencia de probarse, plantearnos un pequeño reto, pero que suponga una vuelta de tuerca más, para comprobar si realmente estamos progresando o estancando nuestra capacidad física y mental.
Para llevar a cabo esta empresa, la motivación es lo más importante, y cada cual la buscará a su manera. Un ejemplo son las carreras populares. El ser humano necesita, constantemente, mejorar su autoestima. Es la mejor manera de prevenir la depresión… pero mucho cuidado con el ego, que nos puede jugar una mala pasada.
La música también es una buena opción para buscar un estado de ánimo positivo, por eso aquí siempre hacemos mención a ello, y como nos gusta el metal progresivo, vamos a recomendar a los madrileños Toundra, que en su nuevo álbum (IV), parece que parafrasean a Led Zeppelin, por el título… pero no es así. Se trata de una contundente y melódica banda de rock que hará que amemos este estilo.
Establecí un pequeño plan de entrenamiento para aumentar la carga kilométrica sin grandes pretensiones, corriendo por mis dominios, ampliando el recorrido por sitios muy conocidos pues normalmente los recorremos en bicicleta…
Sábado 18, suena el despertador a las seis, desayunamos copiosamente, como de costumbre, nos vestimos y a las 8:30 o así, entrábamos por el carril que accede a Quejigales, en Sierra de las Nieves. Paramos en al área recreativa que queda antes de llegar al camping Conejeras, volvemos a tomar algo de fruta, galletas y té, y me pongo mi pequeña mochila con algo de comer, un gps… y 100cc de agua… suficientes para cubrir la distancia que me separa del área recreativa de Quejigales. Isabel arranca el coche y se dirige hacia el mencionado aparcamiento.
Empiezo a correr a las 8:55 por este carril. Paso el cortijo La Nava y aquí empieza mi reto… bueno, pues cuando no pueda más, continúo andando… cruzo el Puerto del Hombre y no había parado de correr en ningún momento… cuando vi el coche, aparcado en el desvío del Puerto de los Pilones, la alegría fue tremenda, pues a 50 metros ya vislumbré la botella de agua que Isabel había puesto estratégicamente junto a una rueda. Tomo la botella… miro el gps (1 hora justa en 9,8 kms).
Arranco con buena zancada para acometer la aproximación a la cañada de las Ánimas…  y a la mitad, más o menos, alcanzo a Isabel… ¡que alegría verla!
Caminamos juntos un rato, me da el móvil, me hace unas fotos… me piro… sigue tu ritmo que voy a correr todo lo que pueda
Al salir del bosque de la cañada… paro para ponerme las gafas y aprovecho para una foto… veo el Pozo de Nieve y sigo corriendo por la meseta, incluso grabo un video con el móvil… llego en un instante al Pilar de Tolox, y comienzo la subida al Torrecilla, caminando… es muy difícil para mi hacerlo corriendo. Llego a la cumbre y miro el gps: 2h 16 minutos de movimiento y 11 minutos de tiempo parado. Como algo, charlo con 3 corredores que me adelantaron con la furgo justo al inicio, ¿ya estás tu aquí?, me dice uno de ellos.
En cumbre unos 20 minutos o mas, hablando con una pareja serrana. Comienzo a bajar, y llegan otros 2 corredores… llego al Pilar en un santiamén, y veo a Isabel  ¿ya estás tu aquí? (le hago la misma pregunta de sorpresa que me formularon los compañeros de la cumbre)… Llevo aquí un rato, te he visto en la cima…
Lleno mi vacía vejiga en la fuente mientras Isa arranca… la alcanzo al final de la cuesta, y camino un rato junto a ella.
Hasta el momento las sensaciones son muy buenas, el día perfecto, la sonrisa va en aumento, y como las piernas responden bien, aparto la opción de bajar caminando hasta el coche y disfrutar el día relajadamente…  aunque no hubiese sido mala idea… bebo agua de Isabel, para reservar la mía, como algo de su mochila, y pies para que os quiero. Tras cruzar toda la meseta, entro por la Cañada del Cuerno, saliendo a la mitad, en la senda de “milquinientos”, que apunta directa al carril de Pilones… en el cruce con la pista de Quejigales, dejé los bastones junto al coche para que los recogiera Isa, y continué corriendo pista abajo, y antes de La Nava me adelantan los tres corredores de la cumbre… en su furgo. ¿todo bien?, ánimo ya te queda poco!!!
Los últimos dos kilómetros se me hicieron algo largos y tediosos… ya sin agua desde hacía un rato, con calor…  caminando en las subidas… cuando vi la barrera del Camping Conejeras… ¡Lo he conseguido! Pasando el camping hay un carril a la derecha, con un pilón de agua fría… apunto al pilón, me refresco, y a los dos minutos de estar allí, veo el coche blanco aparecer por el carril… ¡Estoy aquí!!!!!
¡Que alegría volver a ver a Isabel!
4h 18 min de movimiento con 1300m de desnivel positivo en 35 kms. No es ni mucho menos una hazaña, solo una prueba de capacidad personal, por eso, al principio hablaba de un pequeño reto. Los grandes retos no están a mi alcance, pero lo importante es buscar algo que nos haga exigirnos un poco, para motivarnos en la vida… y en el deporte, sin que esto llegue a ser una obsesión, y si se puede compartir con tu familia… mucho mejor.
Si has llegado leyendo hasta aquí, ya tienes más mérito que yo.











martes, 14 de abril de 2015

Grazalema – Simancón (1565m) – Caíllo (1395m)- Benaocaz

A las 7:30 estábamos sentados en la parada de Benaocaz, esperando el bus que salía de Ubrique a esa misma hora.
Una vez en Grazalema, nos dirigimos a los Llanos del Endrinal, y como no, ascendimos nuestra montaña: El Simancón.
El fuerte viento de levante provocaba que las nubes envolviesen el entorno, eliminando la percepción de los paisajes y creando el ambiente más atractivo del que se pueda disfrutar en montaña, que es la escasa visibilidad favorecida por esos pequeños instantes en los que se abre un hueco de luz y brillan sólo algunas zonas.
Ese momento es tan mágico y emocionante como la música de Gov´t Mule interpretando a Pink Floyd en su Dark Side Of The Mule.
Una vez recogimos algo de basura de la cumbre más emblemática de nuestra provincia, pusimos rumbo a Navazuelos y al Navazo Hondo, por donde pasamos hace un mes, y decir que ahora está más hermoso aún. Es la montaña gaditana por excelencia, y ha alcanzado su momento climácico, pero deberíamos colaborar un poco más y cuidarla como se merece. Nunca hagas a la montaña, lo que ella no te haría a ti. No sabemos aún, que mente lúcida pueda pensar que las mondas de naranja o piel de plátanos pueda resultar decorativa en la cumbre de una montaña. Eso no se lo come ningún animal, y si se lo comiera, tampoco es de recibo interferir salvajemente en la dieta de la fauna silvestre… si no quieres cargar con las cáscaras, al menos, puedes enterrarlas.
Desde Navazo Hondo hay una subida muy bonita hasta Navazo Alto, y cuando alcanzamos la cumbre del Caíllo, el viento ya era algo más que feroz. Tiraba al suelo. Tras recoger otra tanda de plásticos y basura de la mismísima cumbre, nos dimos la vuelta sobre nuestros pasos, y en un rato, estábamos en Benaocaz, donde la temperatura era bastante más agradable que por las zonas altas. Una diferencia que te hacía parecer que habías cambiado de estación.





















viernes, 3 de abril de 2015

Cerro del Caballo (3011m)

Es la segunda vez que subimos al tresmil más Occidental de Andalucía, entrando desde Nigüelas. A esto habría que sumar cuatro ascensiones más entrando desde la Hoya de la Mora, pero disfrutar de la panorámica que ofrece este maravilloso cerro Nevadense, no tiene precio. 
Nos pusimos en marcha a las 8:30, en Nigüelas, pero nada más cruzar el pueblo, un grupo de ciudadanos británicos, residentes, algunos, en la Alpujarra, se ofrecieron a acercarnos hasta los cortijos de Echevarría… ahorrándonos unas 4 horas de camino y mil metros de desnivel… ¡eso si que no tiene precio!
Esta ascensión ya se describió hace dos años en esta página, así que no vamos a redundar. Como llegamos temprano, gracias a la ayuda mecánica, ascendimos al Caballo directamente, y sobre las dos de la tarde, ya íbamos bajando hacia el collado, en busca de los mochilones, y tras avituallarnos algo y beber un poco, volvimos a abandonar las pesadas cargas y ascendimos, por la arista a uno de los picos de 2972m que despuntan por encima de la Laguna de Nájera, totalmente cubierta de blanco en estas fechas.
Las vistas del valle del río Lanjarón, el Veleta, Mulhacén, Alcazaba, el radio telescopio de Loma Dilar… y los enormes quitarrazos de Manuel Cabezalí en El Estruendo, canción del grupo Havalina, provocaban un ambiente lleno de emoción y grandes dosis de alpinismo.
Y es que, desde Caballo a oriente, el panorama cambia radicalmente. Entramos de lleno en la alta montaña Nevadense, con todas sus consecuencias.
Llegamos al vivac sobre las cuatro de la tarde, nos acomodamos, y preparamos un arroz para comer. Tras la ingesta de alimentos, nos dispusimos a abastecernos de agua, y para ello, cavamos un par de agujeros en la superficie congelada de la laguna, y con cuidado, llenamos los bidones.
La noche no fue nada fría, de hecho parece que lo que ha entrado es el estío y no la primavera. Unos cuatro grados, hicieron que pasásemos algo de calor en nuestros sacos. Así, pasadas las 6:30, salimos de aquel chalet de alta montaña, para ir preparando el desayuno y emprender la marcha.
Crampones, pues la nieve se endurece bastante durante la noche; y vimos alumbrar el sol desde el collado… disfrutando enormemente del cono de sombra que la montaña proyecta sobre todo el valle, llegando hasta La Maroma… y más allá, claro.
Merece una visita esta montaña, pues ver la hermosa Granada desde su cima… tampoco tiene precio.
La bajada, hasta Nigüelas, si que la hicimos caminando, unos 20 kms y 2100m de desnivel negativo, que aunque no lo parezca, es bastante recomendable, pero hay que estar bien preparados.





Primeros neveros

Cumbre del cerro del Caballo (3.011m)

Mirando al cerro del Caballo

Laguna y refugio del Caballo y cabecera del río Lanjarón

Buscando agua en la laguna para no tener que fundir nieve




Amanecer en el cerro del Caballo




Contemplando el cono de sombra


Bajando por la loma de los Tres Mojones
Alayos y Trevenque al fondo

Nigüelas