domingo, 1 de septiembre de 2013

Marboré (3250 m), por el Valle de Ordesa

 
En verano, hay tantos visitantes en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, que para llegar a la pradera tendremos que dejar el coche en uno de los aparcamientos gratuitos construidos en Torla, y tomar el bus. Esta iniciativa de contratar una línea de autobuses que acerquen a los visitantes al parque, la propondríamos nosotros para llegar al Área Recreativa Quejigales, en Sierra de las Nieves, y así preservar un poco más el entorno; pero volvamos a Ordesa.
La mochila pesaba bastante, pues tuvimos que fraccionar la ascensión en dos días. Además, para hacer senderismo, preferimos las zapatillas, pero para la montaña, mejor botas… por lo tanto: más peso.
Una vez en el parque, consultamos a uno de los vigilantes por la durísima Senda de los Cazadores; nos indicó hasta donde tendríamos que subir y comprendimos porque es tan temida. Eran sobre las 15:30 cuando empezamos a caminar cruzando el rio Arazas, y al llegar al mirador de Calzilarruego (1949m), descansar un rato, comer algo y observar el entorno, creo que mereció la pena sufrir la fatigosa vereda y sudar litros de agua.
Recorrer toda la Faja de Pelay por arriba es un placer que pocos se atreven a vivir, pues la mayoría de los visitantes, caminan por abajo, sin embargo, por la senda de los Cazadores cruzas con muy pocas personas, y las vistas de Tobacor, Pico del Descargador, el Casco y la Brecha de Rolando, compensan el brutal esfuerzo. Vimos algún sarrio, muy cerquita de nosotros, que por el valle es casi imposible verlos con tanto gentío.
Esquivamos las clavijas del Circo de Soaso, situadas junto a la Cola de Caballo pues tan cargados no es aconsejable subir por ahí, es más, ese paso de las clavijas no aporta la más mínima seguridad, ya que si resbalas al asirte al metal, la caída puede resultar mortal, sin embargo mucha gente, quizá por desconocimiento, piensa que es un reto ascender por ahí…
En seis horas de caminata arribamos al concurrido refugio de Goriz, donde montamos la pequeña tienda y pernoctamos para descansar unas horas, tras haber repuesto carbohidratos y proteínas en el interior de nuestro acogedor vivac.
En algún punto entre la pradera y el refugio, habíamos cruzado el meridiano de Greenwich… que no es un dato relevante, pero no deja de ser una curiosidad más al ya de por sí interesante recorrido.
 A las 23:00 se veía perfectamente la Vía Láctea, y lo ideal hubiese sido salir de la tienda después de medianoche, para disfrutar del espectáculo, pero teníamos que descansar.
After Midnight, precisamente, la escuchamos durante unos días pues el 27 de julio, dos días antes de nuestra ascensión, perdía la vida el gran J.J. Cale a los 74 años de edad, así que no queríamos dejar pasar más tiempo sin dedicarle unas líneas a uno de los músicos mas influyentes y versionado  del panorama del blues, rock y americana. Hasta siempre, Cale.
Antes de las seis (horario Andaluz) estábamos encendiendo la cocina Primus para calentar el desayuno: un gran cazo lleno de té y cereales son suficientes para recargar energía, y antes de las siete comenzamos a caminar, más livianos ya que dejamos bastante material en Goriz.
La ascensión es bastante dura, pues presenta un desnivel total de dos mil metros. En Pirineos las ascensiones no son baratas…
Una vez atravesamos los grandes bloques de caliza desprendidos de Monte Perdido, al llegar al Barranco de Goriz, que baja del Pequeño Lago Helado, lo cruzamos buscando la Faja Roya y entramos en la soledad. La mayoría de montañeros ascienden Monte Perdido, muy pocos el Cilindro, y solo nosotros subimos ese día hacia Marboré.
La faja Roya es espectacular. El color óxido de las rocas de esta zona, en contraste con la grisácea caliza proporciona un ambiente mineral muy agradable de recorrer. Hay que dejar constancia de nuestro paso por las montañas, por eso construimos hitos combinando los colores de ambas rocas. Cada ascensión que hemos hecho en Pirineos, corresponde a distinto mundo mineral.
Bordeamos Peña Roya por el sur, y vamos cruzando basares de caliza y neveros hasta llegar al Cuello de Marboré. Tras ponernos los crampones, empieza el terreno a escarparse, y la inclinación es tanta que hay que extremar las precauciones, pues las puntas apenas dejan huella.
El último repecho es agotador, coronamos tan solo unos minutos antes de medio día, y desde la cima a 3250 metros de altura escuchamos las campanadas de la iglesia de Gavarnie; fue realmente emocionante. Esta cima es espectacular, y una de las mas vertiginosas que hemos tenido la oportunidad de ascender. El pueblo de Gavarnie está 2000 metros por debajo y se ve perfectamente. Las vistas de El Casco, el Taillón, La Torre, Los Picos de la Cascada, Cilindro, Monte Perdido, todos ellos por encima de los tres mil metros, y contemplar la frontera imaginaria que separa España y Francia, de hecho estábamos en ella,  al mismo tiempo oteando la Brecha de Rolando, los 400 metros de salto de agua de las cascadas de Gavarnie… la imagen es sencillamente sublime. Esa zona del Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos… hay que vivirla.
Hacía un poco de frío, el día estaba bastante limpio, comimos algo, bebimos y emprendimos la segunda parte de la ascensión a Marboré: El descenso.
Recogimos el material que dejamos en Goriz (2200m), nos cambiamos de calzado, y 13 horas y media después de haber comenzado a caminar, arribamos a la parada de autobús de la pradera de Ordesa.


Senda de los Cazadores

Faja de Cotatuero


Mirador de Calzilarruego


Brecha de Rolando y Descargador a la derecha

Circo de Soaso al fondo y las nubes cubren Cilindro y Monte Perdido


Cola de Caballo







Cilindro a la izquierda y por detrás asoma la cumbre del Perdido

Cumbre de Marboré a 3250m

Circo de Gavarnie desde Marboré


En la nieve se aprecia la sombra de la Brecha de Rolando




Collado del pequeño Lago Helado visto des de la Faja Roya
El valle de Ordesa en agosto de 2002 mientras bajaba de Monte Perdido
Valle de Ordesa






                               


6 comentarios:

  1. Cague en Diez. Fran, Isa, no había visto esto. Casi acabo de aterrizar por aquí y ojeando los Blogs, me ponéis este peazo de ruton. Es la perfección, pensé que después de lo visto días atrás, ya no os podríais superar. No tengo palabras...

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  2. Gracias por tus palabras, Salva. El parque de Monte perdido es espectacular, y la solitaria y lejana cumbre de Marboré, es un balcón incomparable.
    Costó bastante esfuerzo encaramarnos allí arriba. No te puedes imaginar lo cansados que llegamos de vuelta a Goriz, y cuando metimos en la mochila todo el material que habíamos dejado "por allí", los cuádriceps gritaban literalmente... ¡vaya pateo tu!
    Allí no hay problema con el agua... vas cargando por el camino, sin problemas. Hemos tenido una suerte increíble con vivir una primavera a final de julio.

    Habrá mas. Un abrazo, y ya veré tu escapada a Revolcadores.

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  3. Revisado Fran, preciosas las fotos, el lugar es que es...

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  4. Yo solo espero no tardar otros 11 años en aterrizar por allí.
    Gracias Salva.

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  5. Madre mía que fotos tan espectaculares! enhorabuena a los dos!!!

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    1. Gracias a ti por comentarlo.

      Es que estamos hablando de un paraiso mineral, botánico, faunístico, paisajístico... lo que pasa es que las distancias y desniveles a cubrir requieren mucho esfuerzo... pero compensa... no veas si compensa.

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