miércoles, 30 de octubre de 2013

DEPORTIVA


El domingo amaneció soleado; aprovechamos el primer día de la nueva hora en el Parque del Estrecho, en los sectores Bordillos y Mosaicos, donde dimos clases de escalada a dos tercios del grupo habitual.
Es uno de los mejores y más completos ejercicios que podemos realizar en plena naturaleza, pues además de trabajar al 100% la musculatura esquelética, ponemos a prueba nuestra inteligencia y habilidades. La toma de decisiones se vuelve imprescindible si queremos evitar una caída, aunque no estamos del todo a salvo de ella, ya que el agarre nos puede fallar.
Llevo unos 11 años acudiendo a escalar al Bartolo, y la verdad, es que me gustaba más antes de que talasen todo el bosque del Tajo del Búho. Lo que no me perdono es que en todo ese tiempo, este domingo haya sido la primera vez que he subido caminando a la cumbre de la sierra… hemos descubierto unas vistas asombrosas de la ensenada de Bolonia, Sierra de la Plata, Cabo de Gracia, Cabo Espartel… pena que de tanta foto a tíos pegados a la pared como lagartijas, la batería de la G11 se quedase seca…
No es que hayamos caminado por el lado más salvaje de la vida, pues la naturaleza es nuestra madre y a quien le debemos la suerte de poder respirar, pero teniendo en cuenta que si te falta el aire no podrás bailar: Lou Reed, que descanses en paz.








2 comentarios:

  1. Bonitas fotos e interesante veros por esas paredes, conozco algo ese ambiente. Por cierto la verdad que no tiene perdón, no haber subido antes a disfrutar de esas vistas, pero nunca es tarde si la dicha es buena. Respecto a lo de la tala de arboles en El Barranco del Arca, esperemos que sea por lo que dicen, que es para que se regenere el árbol autóctono y no los eucaliptos que habían allí, quizás sea verdad, porque en esa tala se ha salvado un enclenque alcornoque que sera la única posibilidad de sombra en unos cuantos metros a la redonda. Saludos compañeros.

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  2. Esperemos que sea ese el camino, el de recuperar la vegetación autóctona, aunque a nadie le amarga un dulce, y un eucalipto, mientras escalas, te da una sombra muy benigna. Ahora aquella pared de orientación Sur, es un horno.
    Lo mio con la escalada va por rachas... a ver si encuentro el momento de acudir con asiduidad todos los domingos a Tarifa, como hacía antes. Ah, el otro día, un borrico se quería comer la mochila...

    Un saludo Salva.

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