domingo, 3 de mayo de 2015

Río de la Miel

Hacía unos años que no pasábamos por este maravilloso enclave, así que nos reunimos en cónclave, pero no con la idea de nombrar un nuevo papa, si no con la curiosidad de redescubrir este añejo y tradicional camino.
Este río sigue siendo productivo a día de hoy, de hecho, el Molino de Escalona, como se le conoce (aunque hemos leído por ahí, Molino de la Escalona, y creemos que no es correcto) aun funciona con la fuerza del agua, aunque dotado de motorización para seguir moliendo trigo en épocas de menos caudal.
A penas 100 años atrás, eran varios los molinos que producían harina en esta zona, y alguno de ellos, estuvo una buena parte de la historia reciente, alimentando a los presos políticos para sus forzados trabajos de construcción de infraestructuras. Prácticamente ese era el único coste que tenía aquella mano de obra, explotada sin miramientos por un régimen aberrante y sin empatía alguna por su pueblo.
Esta situación de acoso y captura, como era normal, desembocó en situaciones de guerrillas entre cierto sector adinerado de la población, y los maquis, que para poder autofinanciarse, como se diría hoy, o subsistir… más bien, pues incluso llegaron a secuestrar para pedir rescate, al hijo de una familia de molineros.
Hoy día podemos caminar por este sendero, sin temor a emboscadas… entre comillas, pues el verano pasado, un incendio, arrasó una buena parte de la loma de las Esclarecidas, llegando el fuego a orillas del río. Cuando alguien, por motivos de discordia administrativa referente a sus lindes, decide “meter fuego”, debería tener en cuenta que su mala actitud, podría costar la vida a un grupo de personas que ese día deciden ir a disfrutar de la naturaleza… entre otras cosas.
Por la margen derecha del río, según ascendemos, tenemos un camino, que discurre al principio por la zona carbonizada, y que abandona poco a poco la profundidad del cauce, una vez disfrutado de sus chorreras, para ir tomando altura y ganar la pista de Las Corzas.
Una vez en la pista, como el tramo que bajaría por la garganta del Capitán está bastante cerrado, según nos informó Alberto, decidimos caminar rumbo al Bujeo, por la falda de Sierra Luna, hasta llegar a un llano a la izquierda del carril, en el cual vemos una angarilla.
Ese camino, baja a la senda de los presidiarios, que últimamente ha tenido una intervención para ensancharlo, quedando bastante deteriorado, pues parece que han querido construir una carretera en pleno corazón del parque… todavía no nos explicamos esta brutal decisión. Debería, la administración, tener un poco más de respeto y cuidado con nuestro patrimonio histórico… ese que fue construido con el sudor no remunerado y la sangre de nuestros abuelos. En fin.
Si seguimos este camino, volveremos a la barriada de El Cobre, en Algeciras, donde comenzamos nuestra jornada. Jornada que podríamos amenizar con la música de Diego García, El Twanguero, posiblemente uno de esos guitarristas que tanto en banda eléctrica como en acústico solitario, nos llenará de swing… ese swing tan necesario para continuar adelante.











15 años antes en el mismo mirador




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