viernes, 1 de septiembre de 2017

El Estany de L´Estanyó (2340m).

Una vez llegamos al refugio guardado de Borda de Sorteny, no tenía muchas ganas de hacer una cumbre, más que nada, prefería relajarme de la caminata del día anterior, así que, decidimos separarnos, Fran cogió el camino de la izquierda que te conduce al pico de la Serrera; y yo me dirigí hacía una senda que sale a mano derecha que va buscando el río Estanyó.
Una vez lo cruzo sigo caminando por una pradera frondosa, que en breve se adentra en un bosque que poco a poco va adquiriendo pendiente, y sigue exigente hasta salir del bosque.
Una vez se sale del bosque te adentras en una llanura de pastos alpinos que es recorrida por diferentes torrentes que aportan agua hasta el río Estanyó y vamos alcanzando altura. El sendero va zigzagueando por el margen izquierdo del río, en una suave pendiente, hasta que llegas a un puente; lo cruzas y nos deja en su margen derecha para llegar a este fantástico lago, situado a 2340m.
En su parte alta se contempla el pico de Estanyó, de 2915m, el segundo más alto de Andorra. Desde este punto tienes un raudal de posibilidades de unir diferentes rutas.
Las vistas desde el lago, de todo el valle, son espectaculares, su orografía es de origen cuaternario, que se complementa con multitud de lagos glaciares. Su geología rica en minerales como el hierro, cobre y pizarras, le da un colorido espectacular al lugar. Pero en lo qué es más rico y sorprendente este Parque Natural es la gran variedad de especies vegetales que aloja, muchas de ellas endémicas, que han sabido mostrar en un Jardín Botánico, que se puede visitar a la subida, muy ilustrativo, dividido por hábitat y muy didáctico para las personar que acedan en familia.
Podemos decir que en este enclave se congrega una de las ascensiones más asequibles de todo el Pirineo. No son tres miles, pero rozan esa mítica cota que ansían todos los amantes del pirineismo. A veces, nos dejamos llevar por esa cifra y nos estamos perdiendo grandes posibilidades y ascensiones muy gratificantes, sin duda, un buen lugar para iniciarse en el pirineismo (si es correcto acuñar este término). Esta cordillera hay que ir ascendiéndola poco a poco, es como querer iniciarse en los clásicos de la ópera, primero tienes que empezar escuchando a Sonia Terol, que ha sabido transformar arias de la ópera en canciones pop e incluso se ha atrevido a fusionar los clásicos de la lírica con el jazz, todo un lujo.
















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