viernes, 14 de marzo de 2014

Los Hardales en BTT


Todas las semanas salimos a pedalear por el entorno de la Bahía. Es tan sencillo como vestirte de romano y sacar la máquina por la puerta. Tras ocho días de levante fuerte, me decido a poner rumbo a la colada de los Hardales, para comprobar in situ una dantesca imagen que se repite cada vez que nos azota el viento de componente este.

Salgo hacia Chiclana, desde San Fernando, por el camino del tranvía, y pincho la rueda trasera antes de alcanzar la quesería. Una vez alcanzada la colada de los Hardales, y tras comprobar que han terraplenado el carril que une Puerto Real con Medina Sidonia, giro bruscamente a la izquierda para pasar por “Los Toboganes” y arribar al vertedero de Miramundos. 

En esta zona, la Ghost se defiende bastante bien, interpretando el terreno a su antojo, pues la doble suspensión hace mantener las ruedas de 26 pulgadas siempre en contacto con el suelo, permitiendo que me concentre únicamente en la conducción y en disfrutar de la trazada… abro a tope el amortiguador trasero y me relajo sintiendo el viento en la cara mientras bajo a toda velocidad… es como un baile, sujeto a mi bici y buscando los peraltes para aprovechar al máximo el camino sin tener que tocar las manetas de freno… I´m Shakin´ , ya lo refleja Jack White en un blues sublime, junto a un coro de voces femeninas sencillamente bestial.

Antes de Miramundos, compruebo, como otras veces, que el viento desplaza los plásticos a kilómetros del vertedero, destrozando alambradas, contaminando tierras de cultivo, ensuciando arroyos, y deteriorando un paisaje de campiña que da de comer a unas cuantas personas.

Entonces me pregunto: ¿de que sirven iniciativas como Coge3 o las campañas de recogida de residuos llevadas a cabo por voluntarios de SFK? La verdad es que no sirven de mucho, pues por otro lado, la administración no mete baza en la actitud de los responsables del vertedero, que bien nos cobran la recogida de residuos.

Como dije al comienzo, el panorama es dantesco.

Rodeo la Sierrezuela por carretera, pues la ascendí hace dos días, y no me gusta repetir camino  en la misma semana.

Rumbo a Puerto Real voy pensando en la libertad que me proporciona la bici, y la facilidad de su uso. Está claro que vivimos en un país de ciclistas; en todas las casas hay, al menos, una bici, pues es un vehículo básico y el más ecológico de cuantos existen. Habría que construir más carriles bici, para que la población pueda disfrutar sin riesgos del mejor de todos los deportes, el que más emociones provoca, sin malos rollos de rivales ni contrincantes… un mundo de camaradería y salud. De hecho, lo primero que te manda el médico de familia cuando se avecinan problemas cardíacos es muy simple: Monte usted en bici… que quien mueve las piernas, mueve el corazón… y el regalo que todos recordamos con cariño y emoción desde pequeños, fue nuestra primera bici.

¿Quién no se ha emocionado viendo pedalear a Marco Pantani?






2 comentarios:

  1. Oído cocina...ensuciemos menos todos y me alegro que podáis pasear en bici tan fácilmente, donde vivo ahora lo tengo mas complicado, verdad que donde vivía antes, era lo mas fácil del mundo y no lo hacia, no tengo excusas.

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  2. Gracias Salva. Es un placer disponer por estas campiñas de tanto cordel, vereda... y demás.
    Cuando voy por ahí, cambio el chip, y no voy metiendo envases en la mochila... jajaja... necesitaría un mes... y un camión...

    Rocanrolll

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