miércoles, 4 de marzo de 2015

Laguna del Trampal desde Central El Chorro

Si venimos desde Plasencia, subimos por la N-110 todo el valle del Jerte hasta el puerto de Tornavacas, y una vez en provincia de Ávila, pasamos Puerto Castilla y en el siguiente cruce tomamos el desvío a la izquierda, hasta Solana de Ávila.
A partir de aquí, a la izquierda, por una estrecha carretera, sinuosa y con un paisaje espectacular como pocos, dirección La Zarza, hasta una curva de derechas, en la cual nos salimos por la tangente por una carreterilla todavía más estrecha… tanto que solo cabe un coche en casi todo el tramo. Veremos una cancela que nos impide el paso, pero podemos abrirla para cruzarla, pues nada nos lo prohíbe. Llegamos al final de esa carretera, en la Central del Chorro, y ahí podremos aparcar el auto para emprender nuestro camino.
Los primeros metros, caminamos junto a un canal de agua, que viene de la central y se dirige a la garganta el Trampal, por donde nosotros vamos a subir.
Atravesaremos un pequeño y bucólico bosque de pino silvestre, y el camino empieza a inclinarse, caminando entre vegetación de matorral y rastrera, como los piornos.
Poco a poco nos vamos adentrando en un espectacular valle de origen glaciar, donde la roca que nos rodea, compuesta de cuarzo, feldespato y mica, se tiñe de un tono verde, debido a la cantidad de líquenes que proliferan.
Un paraíso verde, como el color de la esperanza… la que tenemos puesta en la medicina, esperando que sea capaz de curar al grandísimo Bruce Dickinson, cantante de Iron Maiden, que está luchando contra un cáncer de lengua. Esperemos que pronto vuelva a pilotar el Ed Force One… y que no pierda su gran voz.
El estado de la nieve estaba ralentizando la marcha por una zona ya de por sí lenta y complicada. Hay hitos por todas partes, marcando varios itinerarios, pero no se trata de un camino elaborado, y tendremos que ir muy atentos y ayudarnos de las manos en buena parte del recorrido. Las nubes bajas, la nieve, las rocas, y el deshielo, convertían la escena en un momento gratamente alpinístico y a la vez un poco inquietante.
Miramos el plano del gps y calculamos que tras aquel nevado collado estaría la laguna grande del Trampal, y así fue, solo que al llegar al muro que la represa, no se veía a diez metros.
Era la primera vez que andábamos por aquella zona, sin siquiera un waypoint de referencia en el aparato, y la visibilidad era muy reducida en algunos momentos, pero no dejaba de ser una gozada, además, la sensación de aislamiento al saber que no había absolutamente nadie, le daba aun más emoción. En un valle glaciar es muy difícil perderse, pues con no abandonar el barranco, la vuelta está garantizada.
Esperamos un rato, sentados, abrigados, a que un atisbo de luz nos mostrara la belleza de la Laguna del Trampal, y así ocurrió.
Es una zona preciosa para caminar, además, sin nieve, se puede hacer una hermosa circular alcanzando la cuerda del Calvitero y volviendo por la laguna del Duque.
Nos dimos la vuelta, deshaciendo los pasos dados y disfrutamos de una espléndida bajada. Al llegar al coche, nos cambiamos rápido, y pusimos rumbo a Almendralejo, a disfrutar otro día de nuestra querida Extremadura, tierra de conquistadores y de productos de calidad, como los mejores embutidos, quesos y vinos.
























                    

6 comentarios:

  1. Unas foros increíbles. Un sitio para tener en cuenta.... ;-)

    Un abrazo.

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  2. Me alegro que te guste la zona. La verdad es que es una garganta preciosa, y por el río Jerte, muy próximo, hay unas gargantas excepcionales para pasar un día de verano.

    Un saludo, Juan Carlos.

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  3. ¡Espléndida Extremadura, amigos blogueros! Vuestra tierra es almacén de valiosísimos tesoros naturales, arquitectónicos, y, sobre todo, histórico-artísticos. En cualquiera de sus sierras, en sus reposados valles; en las sedimentarias rañas y hasta en los mismos cantiles que protegen el curso del Tajo, encauzándolo hacia Portugal, el disfrute está garantizado tanto para el caminante como para el turista. Anduve mucho por la Extremadura seca y tórrida haciendo bota y tonificando el cuerpo como actividad previa a expediciones de mayor envergadura. Hoy, la gente se va al quinto pino a hacer montaña, o senderismo, como ahora llaman a lo que antes era marcha o ascensión pura y dura, sin enterarse de lo que tiene al lado de casa o haciendo caso omiso de ello: sierras de severa subida, muy aptas para la práctica del montañismo, y paisajes hermosos, alguno de nívea blancura como el del Jerte en floración. De todo lo que vi y anduve por vuestra tierra un lugar me cautivó: la plaza mayor de Garrovillas de Alconétar, espaciosa y llena de luz, con sus arcadas góticas y casas de ventanales en arco de medio punto. Un lugar bellísimo para refrescar la mente con una cerveza bien servida y dar reposo al cuerpo después de una larga y dura marcha montañera. Saludos, JT

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    1. Muchas gracias José por tus palabras, la verdad que llevas toda la razón sobre Extremadura, tierra versátil donde puedes encontrar de todo, lo mismo puedes hacer buenas ascensiones invernales por toda la sierra de Gredos, de Gata.. como caminar por sus preciosos coloridos del otoño en sus valles.. o sus largas caminatas por sus dehesas...
      Coincido contigo también en su riqueza Patrimonial, pero añadiría también su riqueza gastronómica, no tiene comparación, creo que es única en sabores... Respecto a Garrovilla, me la apunto para visitarla, mira que he pasado por al lado muchas veces pero nunca he parado a visitarla... Esto es una de las cosas que me gusta de los comentarios de los blog, que se puede intercambiar información y poder conocer sitios de los que no tienes referencias, gracias... Saludos y gracias por pasar por este rincón.

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  4. Una buena ruta, al final veo que os acercastéis por la zona.El tiempo ya sabes que muchas veces en la montaña es muy traicionero, por lo menos lo habeis podido disfrutar.Las gargantas de la zona, son muy bonitas, me alegra que os haya gustado.Un abrazo.

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    1. Cierto es que aquellas montañas gozan de unas gargantas excepcionales.
      El día estuvo bien, con ambiente alpinístico, ese que tanto nos emociona.
      Si que nos gustó, Richi, y gracias por tu apoyo.

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